La mar te enseña a soñar |
- Sobre todo, a ser humilde.
- A desarrollar el sentido marinero, un sexto sentido peculiar.
- A anticiparse a los acontecimientos.
- A ser paciente, mucho más de lo que uno cree.
- A madurar.
- A convivir, si no navegas en solitario.
- A relajarte, disfrutar, relativizar...
- A mantener la calma en situaciones difíciles.
- A transmitir serenidad a los que navegan contigo.
- A desarrollar el espíritu de colaboración.
- A tomarse las cosas con humor en determinadas ocasiones.
- A organizar.
- A resolver problemas inesperados.
- A ser un líder, si eres el patrón.
- A trabajar en equipo.
- A disfrutar profundamente de pequeñas cosas.
- A crecer y a superarse.
- A ser prudente.
- A superar los miedos.
- A aprender a admirar lo sencillo.
- A valorar lo importante y dejar de lado las cosas intrascendentes que tanto agobian.
- A hablar con claridad, llamando al pan, pan y al vino, vino.
- A no perder la capacidad de asombro.
- A conocer al Sr. Murphy, siempre presente en el barco.
- A ser un poquito más libre.
- A observar, pensar y actuar.
- A ser "manitas"
- A hacer pipí sentado (las damas ya estamos preparadas con antelación).
- A adaptarse a las circunstancias.
- A aprovechar/reciclar.
- A saber que no eres tú quién manda.
- A temer, respetar, amar, someterse, luchar.
- A soñar.
- A dejar la mente en blanco.
- A respirar.
- A conocer profundamente a los amigos con los que compartes una navegación.
- A usar varios sentidos y no sólo la vista.
- A que a bordo el tiempo tiene otra dimensión y otra medida.
- A cuidar de los demás y que los demás cuiden de ti.
- Que la disciplina y el orden son conceptos positivos.
- Que el miedo se puede controlar.
- Que la intemperie al final te curte.
- Que aguantas mas el frío, la lluvia, el sol.
- Que trimando las velas al final las manos tienen más fuerza.
- Que ganas en equilibrio y en reflejos.
- Que las resacas se pasan peor...
- Que detrás de cualquier horizonte siempre hay tierra.
- A darte cuenta de que grande es la mar y que pequeños somos nosotros.
- A ser más sensibles como seres humanos.
- A disfrutar del buen tiempo y del mal tiempo.
- A mirar a lo lejos.
- A no preocuparte por lo intrascendente.
- A hablar, a callar y a escuchar.
- A que cada día se aprende algo nuevo en la mar.
- A que se se aprende a ser feliz.
- A gozar.
- A asumir responsabilidades.
- A convivir contigo, aunque navegues en solitario.
- A relativizar los problemas que tienes en tierra.
- A no escupir contra el viento.
- A conocerse más profundamente.
- A disfrutar de la paz.
- A dejar volar la imaginación.
- A ver darse cuenta que somos insignificantes frente a la naturaleza.
- Que el mar nos hace iguales a todos.
- A rejuvenecer.
- A disfrutar de cada momento a tope.
- A darse cuenta de las ataduras que nos pone esta sociedad.
- A necesitar poco.
- A reírme de uno mismo.
- A que donde hay patrón, no manda marinero.
- A estar en silencio.
- A que el viento siempre viene de "morro".
- A actuar sosegadamente frente a imprevistos.
- A hacer nudos.
- A darte cuenta que siempre hay cosas por aprender.
- A que la mar siempre te sorprende.
- A que cada día te enseña algo nuevo.
- A respetar la naturaleza y a integrase en ella.
- A hacer amigos.
- A ser paciente.
- A vivir el presente.
- A dejar de lado las prisas.
- Que el mar cura y te hace cambiar.
- A vivir con mucho menos.
- A sobreponerse del miedo.
- A llenarse las manos de grasa.
- A ver las propias limitaciones.
- A confiar en tu barco.
- A saber esperar.
- A añorar.
- A ser más objetivo (al menos un poco).
- A vivir en un espacio reducido.
- A leer con calma.
- A degustar una recalada en un lugar seguro.
- A soltar lastres innecesarios.
- A estimular la intuición
- A oler la tierra firme.
- A ayudar a los demás.
- A navegar.
Cantos rodados en una playa |
Que bueno Emma!
ResponderEliminarMe ha encantado, hasta pronto.
Bruno
Apreciado Bruno: muchas gracias. :-)
ResponderEliminarel 45 y el 97 se repiten, pero me ha agradado muchisimio leerlo
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