Hoy recuerdo cuando largué amarras hace unos años para ir a navegar por el ancho mar durante un tiempo. El día en cuestión, la decisión estaba tomada, el barco preparado, pero, los ánimos divididos: por un lado estábamos a un paso de empezar a vivir un proyecto que habíamos estado preparando durante años, por otro lado dejábamos atrás la familia, los amigos, los vínculos con la tierra. Un poco indecisos encendimos el motor, recogimos las amarras y salimos del puerto dispuestos a poner rumbo al sur.
Antes de llegar a este momento trabajamos duro para preparar el barco: no es lo mismo salir 15 días de vacaciones que partir sin saber el tiempo que pasará hasta volver. Hay que llevar "todo" lo mejor posible, hay que equiparlo convenientemente (que no quiere decir que lleve mucha electrónica y una montaña de gadgets, algo muy de moda últimamente) si no que lleve lo necesario, en buen estado y si es nuevo, mejor que mejor.
El barco y su tripulación han de ser lo más autosuficientes posibles en todos los aspectos, por lo tanto hay que embarcar buenas herramientas, recambios de todo lo que se puede romper y se pueda cambiar con los medios de a bordo, un botiquín amplio y actualizado, ropa y calzado para el frío y el calor, una reserva de comida para un par de meses mínimo (dependiendo del periplo que hayamos planificado), cartas náuticas de diferentes escalas y libros de navegación de todas las zonas que vamos a navegar y por supuesto todo el material de seguridad reglamentario o no que necesite llevar el barco para el tipo de navegación que va a realizar: oceánica, costera, etc
A toda esta montaña de cosas que "a priori" parece que no va a caber en los armarios y cofres del barco hay que añadir los juguetes de nuestras aficiones: cámaras de foto y de vídeo, lectura en abundancia y un ebook, si nos gusta este tipo de libro que es ideal para el barco, cuadernos de escritura o diarios en blanco, pinturas y lienzos, material de costura o para hacer manualidades, un instrumento musical, un ordenador portátil, etc, etc, etc ya que dispondremos de tiempo y vamos a poder realizar aquellos caprichos de divertimento que siempre postergamos por escasez material de horas.
En mi opinión no es fácil llegar a la recta de salida pero si estamos dispuestos a solventar todos los problemas que vamos a encontrar durante la preparación del viaje, veremos llegar el día en que nuestra costa quedará por popa.
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